jueves, 10 de febrero de 2011

YO QUIERO COLECTORAS EN CHUBUT, a 99 años de la Ley Saenz Peña*

Por Sergio Espinoza

Esto tiene más que ver con posturas emocionales que fríamente razonadas.


Sin embargo, manifiesto mi repudio como ciudadano que eligió vivir dentro del sistema democrático y representativo, pero que se niega a aceptar no tener todas las opciones que pudiera existir a la hora de elegir a quién me represente.

Con qué argumento me presentan una lista de candidatos definidos de antemano en una mesa de café para que los unja con mi sacrosanto voto universal y obligatorio.

Me dirán que fueron aprobados por congresos partidarios. Vamos muchachos, a esta altura con eso. Me van a decir que no se resolvió en una mesa de café, incluso, a altas horas de la noche.

Sino, preguntenles a Anselmo Montes o Leandro Espinosa, por nombrar algunos, que tienen todo el derecho de estar al frente de una lista y terminaron sexto y cuarto en sus respectivas boletas. O a los tantos dirigentes que han quedado afuera de la maquinaria electoralista de las grandes superestructuras partidarias.

Quiénes son los que se arrogan el derecho a establecer quienes van primero, cuarto o sexto en una lista. Y todos los qué quedaron afuera y son tan valiosos como los que encabezan las boletas. Con qué autoridad moral deciden que ellos no son representativos de un proyecto político. Por favor.

Ahora, cambiando el ángulo de la argumentación. Quiénes me pueden decir y asegurar que los que encabezan las listas electorales son la referencia cabal del proyecto que con mi voto pretendo sostener. Máxime si la historia política de cada uno de ellos está refrendada en todos los medios de comunicación. Lugar dónde puedo bucear para ver cuál fue su desenvolvimiento político en estos últimos tiempos.

Frente a esta reflexión con un gran tono emocional, pregunto al que lee estas líneas, usted lector, ¿está seguro que los candidatos que se encuentran en la boleta que va a elegir en el cuarto oscuro representan en forma fehaciente el modelo político que usted desea?, ¿está seguro que el candidato que aparece en la boleta tendrá la convicción necesaria para profundizar el proyecto que usted quiere sostener?

Si no es así, estimados, estamos entrapados y esto sí que es un problema.

Por todo esto, sostengo: Que existan las colectoras necesarias para que todos los potenciales candidatos pueden representar todas las expresiones políticas posibles. Es necesario que la voz ciudadana se manifieste. No quiero que mi voto se negocie de antemano entre cuatro o cinco personeros políticos.

¿Usted así lo quiere?




* Roque Sáenz Peña ni bien asumió la presidencia (1910 – 1914), en su primer mensaje ante el Congreso Nacional, manifestó sus ideas sobre el sufragio libre, obra que se proponía concretar.

La Reforma Electoral proyectada por el Ministro del Interior, Dr. Indalecio Gómez, requería una Ley de Enrolamiento General de los ciudadanos nativos y naturalizados y la confección de un nuevo padrón electoral.

Con estas medidas el Poder Ejecutivo perdía la posibilidad de preparar los padrones electorales, como lo venía haciendo, a su beneficio con el resultado de los fraudes electores. El enrolamiento estaba a cargo ahora del Ministerio de Guerra y el Poder Judicial quienes tendrían que indicar quienes organizarían las elecciones y quienes estarían en condiciones de votar.


El proyecto de Ley electoral estuvo listo a fines de 1910 y fue sancionado luego de arduos debates el 10 de febrero de 1912. La Ley Sáenz Peña establecía sólo para los varones: Voto secreto, libre, individual y obligatorio.

Las mujeres logran el derecho al voto el 9 de septiembre de 1949 durante la presidencia de Juan Domingo Perón. Se aplica por primera vez en las elecciones nacionales de 1951. Se constituye la República Argentina en un país garantista del sufragio universal. Sucesos Históricos Argentinos, http://www.oni.escuelas.edu.ar/

No hay comentarios: